Desde el patio de mi casa

 


A MANERA DE ASTROBIOGRAFIA


No me gusta hablar de mi mismo. Pero cuando abro una página web sobre astronomía, me gusta conocer algo del autor. De modo que haré el intento.
Otra advertencia, si tiene hijos con inclinación a la astronomía. impida que lean este escrito. Soy el peor ejemplo de lo que debe ser un astrónomo. Hace algún tiempo, con motivo de la participación en un foro, el moderador me preguntó si era astrónomo profesional o aficionado. Me hizo gracia la pregunta. No soy ni lo uno ni lo otro. Lo que es peor; mi ignorancia en la ciencia de los astros es gigantesca, no soy capaz de identificar una constelación en una noche clara; confundo los números de los objetos Messier con los NGC; puedo entender una distancia corta, pero ni hablar cuando leo algo así como un millon de años luz. Y para no hacer esto mas largo, nunca he logrado ver nada por el ocular de un telescopio. Si, como lo leyeron, y no se rían que hablo en serio. Pero esto lo explicaré mas adelante.
Mi profesión real, es la de un cirujano jubilado hace pocos años, despues de haber sido por mucho tiempo director de un programa de postgrado de cirugía en una Universidad local.
Es cierto que he tenido inclinación por los cielos desde mi época de estudiante de secundaria. O quizas sería mejor decir, por la óptica de los instrumentos. Muchas veces compré un pequeño telescopio, animado por las imágenes mostradas en las cajas. Pero después de ver algunos cráteres en la luna, los anillos de Saturno y algunas manchas en Júpiter, mi interés decaía y el telescopio pasaba al olvido. Siempre creí que esas imágenes de las cajas eran falsas. Esto se repitió numerosas veces por muchos años.
En Agosto de 2001, durante un viaje al gran pais del norte, vi en la exhibición de una tienda de fotografía, un telescopio con sistema"goto" No tenia idea que cosa era eso. Leo la caja y dice que es un sistema computarizado para localizar automaticamente los astros. Esto me anima y adquiero el instrumento. Era un refractor Tasco de 80 mm.
Al llegar a mi ciudad, busco asesoría para manejar el telescopio y así llego a la casa de un amable señor llamado Víctor Ladino. Me sorprende encontrar un telescopio que me pareció gigante. Era un Celestron de 11 pulgadas. Pero había algo mas. Una cámara CCD. Después supe que era una ST-9 de SBig. No sabia que se usaban cámaras CCD para astrofotografía. Creía que solo se usaba película química. Ahí supe cual era mi camino.
El próximo paso fué hacer un  curso  de astronomía.  Pero la curva de aprendizaje de un adulto es muy diferente de la de un joven. Mientras el profesor se empeñaba en hacerme entender el origen de las galaxias, yo estaba pensando si mi presupuesto alcanzaba para adquirir un nuevo telescopio. Lamento no haber aprovechado suficientemente el curso, pero en cambio conseguí muchos buenos amigos, siempre dispuestos a ayudarme en mis deficiencias. No daré nombres por temor a dejar alguno por fuera.
Mi siguiente compra fue un reflector de 8 pulgadas. Un Meade LX90. Pero aquí se repetía la historia. Yo nunca he visto nada de importancia por los oculares. Estos los uso unicamente para la alineación inicial del telescopio. La nebulosa mas brillante, Orión es apenas una mancha blanquecina sin detalles; muy diferente de la imagen multicolor de mis revistas. Además, como convencía a mis amigos que yo había visto algo si no les mostraba una prueba. Definitivamente necesitaba una cámara. Empecé por lo que consideré mas fácil: una webcam. Todavía recuerdo una noche avanzada, intentando manejar la cámara. Me estaba durmiendo. De repente veo una hermosa imagenes a color en la pantalla de mi computadora. Estaba seguro que había presionado alguna tecla y estaba viendo alguna imagen grabada. Me costó reconocer, que por primera vez estaba viendo un objeto del cielo en vivo. Era la nebulosa de Orion.
Lo que sigue después es una larga etapa de aprendizaje. Consulta a mis amigos astrónomos aficionados siempre deseosos de colaborar, búsqueda en Internet, inscripciones en los foros de astronomía (muy importante éstos). Prácticas con la cámara y el telescopio desde el patio de mi casa, las noches sin nubes, con algunos éxitos y muchos fracasos. Es decir se avanza un paso y se retroceden dos.
Con todo esto lo que quiero decir es que el camino de la astrofotografía no es fácil, pero es relajante y emocionante a la vez. Disfruto mucho, las horas que paso en las noches, solo con mi equipo, intentando capturar alguna nebulosa lejana.
Y para terminar, algo muy personal, hace algunos años ocurrió una desgracia terrible con uno de mis hijos y créanlo, solo conseguí algún consuelo en la soledad del patio de mi casa, iluminado unicamente por las estrellas.
 


Rafael Pire C. Barquisimeto. Venezuela

27-Ago-2008